Toma un tiempo para dedicar este retiro y cultivar tu relación de amor con Dios. Pídele que te ayude a escuchar Su Voz y confía que este tiempo será un encuentro con El. Recuerda que esta es un guía así que usa las preguntas que sean relevantes para ti. Lo más importante es que escuches Su voz y no tanto tener respuestas para todas las preguntas.
Materiales: Para este retiro lleva tu diario, un bolígrafo. Busca también un tela o manta que te ayude como símbolo del manto de Jesus.
1) Mientras lees este pasaje tan conocido usa tu imaginación para contemplar todos los personajes de esta historia. Qué palabras o frases te llaman la atención? Subráyalas.
Lucas 8: 40- 52
Del otro lado del lago, las multitudes recibieron a Jesús porque lo estaban esperando. Y un hombre llamado Jairo, líder de la sinagoga local, se acercó y cayó a los pies de Jesús mientras rogaba que lo acompañara a su casa. Su única hija, que tenía unos doce años, estaba muriendo. Mientras Jesús iba con Jairo, las multitudes lo rodeaban. Una mujer de la multitud hacía doce años que sufría una hemorragia continua y no encontraba ninguna cura. Acercándose a Jesús por detrás, le tocó el fleco de la túnica. Al instante, la hemorragia se detuvo. «¿Quién me tocó?», preguntó Jesús. Todos negaron, y Pedro dijo:
—Maestro, la multitud entera se apretuja contra ti. Pero Jesús dijo:
—Alguien me tocó a propósito, porque yo sentí que salió poder sanador de mí.
Cuando la mujer se dio cuenta de que no podía permanecer oculta, comenzó a temblar y cayó de rodillas frente a Jesús. A oídos de toda la multitud, ella le explicó por qué lo había tocado y cómo había sido sanada al instante. «Hija —le dijo Jesús—, tu fe te ha sanado. Ve en paz». Mientras él todavía hablaba con ella, llegó un mensajero de la casa de Jairo, el líder de la sinagoga, y le dijo: «Tu hija está muerta. Ya no tiene sentido molestar al Maestro». Cuando Jesús oyó lo que había sucedido, le dijo a Jairo: «No tengas miedo. Solo ten fe, y ella será sanada». Cuando llegaron a la casa, Jesús no dejó que nadie entrara con él excepto Pedro, Juan, Santiago, y el padre y la madre de la niña. La casa estaba llena de personas que lloraban y se lamentaban, pero Jesús dijo: «¡Dejen de llorar! No está muerta; solo duerme».
2) Toma un tiempo para enfocarte en la mujer con el sangrado de sangre. Esta mujer que estaba marginada por ese flujo de sangre, seguramente tenia momentos donde se sentía sola y desanimada y muchas otras cosas más. Qué otros sentimientos crees que experimentó esta mujer. Escríbelos brevemente aquí abajo.
3) Qué sentimientos has experimentado tú misma, mientras esperas que Jesús haga lo que anhelas? Con cuáles de esos sentimientos o emociones te sientes más incómoda?
4) Cuál es tu necesidad en este tiempo? En qué area de tu vida necesitas un cambio? Habla con Jesus a cerca de esto con honestidad y expresa lo que tienes en tu corazón. No importa cuál sea la situación que venga a tu mente, puede ser algo personal, familiar u otros.
5) Vamos a tomarnos un poco de libertad con la historia y usar la imagen de abajo para pensar en esta mujer y en nuestras propias vidas. Mira la postura de esta mujer, observa sus vestiduras oscuras para poder ocultar su vergüenza y su sangrado.
Vamos a llamar a sus vestiduras las vestiduras de “vergüenza” y “culpa”. La vergüenza nos aísla, nos hace escondernos de Dios y de otros, nos dice: “hay algo malo en ti” , nos anima a ocultar las luchas internas y avergonzarnos de ellas. La culpa nos recuerda de nuestros errores, nos acusa con nuestro pecado, nos dice “esto es culpa tuya”, señala nuestras debilidades y nos hace mirarnos con condenación.
6) Pide al Espíritu Santo que te ayude a discernir las maneras en como; el enemigo, las circunstancias, la espera, u otros a tu alrededor, te han afectado y te has puesto estas vestiduras como en la fotografía. No se trata de culpar a nadie, más bien de discernir. Espíritu Santo ayudarme a percibir si estoy llevando vestiduras de vergüenza o de culpa. Ayúdame a discernir los mensajes que me atacan en lo días en que no me encuentro bien. Usa tu diario para anotar esos mensajes, temores o mentiras que vengan a tu mente.
- Qué mensajes repetitivos te visitan?
- Qué mentiras te acosan a cerca de quien eres?
- Qué mentiras te quieren invadir a cerca de quién es Dios y su amor y cuidado hacia ti?
- Qué temores te paralizan o te traen ansiedad?
7) Tocar su manto habla de un encuentro con Jesús. Esta mujer recibió sanidad instantánea. Hoy tu puedes recibir algo de Su parte, solo mantente abierta a lo que Él quiere darte mientras tocas su manto. Si tienes “tu manto” contigo, úsalo como símbolo tangible de este encuentro. Date permiso para hablar con Jesus y usar tu imaginación al tocar el borde de su manto.
7.1) Dónde esta Jesús? Está solo o rodeado de gente?
7.2) Dónde estas tú en relación con Jesus? Como te sientes sobre ir a tocar su manto? Te sientes deseosa, con resistencia, tienes dudas, anticipación, habla con El de lo que percibes en tu interior.
7.3) Cuando estes lista toca Su manto y pídele sanidad, animo, fortaleza, lo que sea que estas necesitando y te quite las vestiduras de “vergüenza” y “culpa” y te vista con vestiduras nuevas y llenas de amor y verdad en este encuentro que has tenido con El.
8) Ahora que estamos por terminar es muy importante que le pidas a Jesus que te hable sobre las verdades de quien eres tú, quien es El y las promesas que te ha dado. Toma los últimos momentos para pedirle a El que te recuerde versículos bíblicos, que traiga palabras e imágenes que hablan de la sanidad que El desea darte hoy. Anota lo que venga a tu mente y cree que estas escuchando Su Voz.
Doralicia Cajina-Gonzales. Directora Espiritual. Diseñado Marzo 2018